Conozca a los 10 principios del Portal de la Construcción Sostenible
Si su empresa mercadea un producto que cumple al menos cuatro de nuestros diez principios (el principio 8 es obligatorio) hágase nuestro aparcero!
Al pertenecer a nuestra base de datos su producto será distinguido como siendo un contribuyente para el desarrollo sostenible del sector de la construcción e certificado a través de nuestro sello exclusivo Sustainable Value®.
Los 10 principios del Portal de la Construcción Sostenible para seleccionar productos* que contribuyen a la sostenibilidad de la construcción y rehabilitación de edificios y su entorno construido, son:
1. Principio de la reducción del consumo de recursos
Los productos utilizados en la construcción deben, desde su origen, fabricación, fase de construcción y/o fase de operación (su vida útil), mejorar la reducción del consumo de energía y recursos naturales, constituyendo una innovación o superando los productos actuales con un balance energético y ambiental positivo. En este sentido, el producto debe promover la reducción del consumo de recursos económicos por sí mismo o a través de sus procesos de fabricación, transporte, aplicación, uso y/o destinación final.
Se pueden dar como ejemplos a paneles solares, reductores de energía, marcos con rotura de puente térmico, tubos transportadores de la luz del sol y sistemas de captación de aguas pluviales, entre otros;
2. Principio de reutilización y/o reciclaje
El producto debe ser reutilizable y reciclable o debe contener en su composición un porcentaje significativo de materiales reciclados. Se evita la exploración y utilización de nuevos materiales de base así como el consumo de energía y otros recursos necesarios a la fabricación del mismo producto nuevo, lo que reduce la cantidad de residuos, permitiendo de este modo encerrar su ciclo de vida;
3. Principio de la absorción/reducción de CO2
En el caso de que el producto contribuye a la reducción de CO2 a través de su absorción, el debe contener en su composición una proporción significativa de materiales absorbentes de CO2 tales como madera, corcho, paja etc. Sin embargo, puede tratarse de un producto que, por su función, contribuya a la reducción de CO2, como por ejemplo formas de producción de energía a través de fuentes renovables;
4. Principio de la renovación
El producto debe contener en su composición un porcentaje considerable de materiales que nos ofrece la naturaleza de forma inagotable, sin condicionar el futuro de nuestras reservas, como la madera o el corcho, cuando producidos de manera sostenible. Es obligatorio que no provenga del petróleo;
5. Principio de pureza en su composición
Cuanto más materias primas incorporadas en un producto, más diferentes recursos están involucrados en su fabricación y más compleja y difícil es su separación y reciclaje;
6. Principio de baja energía incorporada
El producto debe tener un bajo nivel de energía incorporada – en que se espera la racionalización del consumo de energía desde la extracción de sus componentes, su fabricación y transporte, hasta su utilización. Es por esta razón que productos muy complejos o que requieren transporte de materiales a través de largas distancias se pueden convertir en menos sostenibles que los productos locales. Las tecnologías avanzadas son a menudo propensas a generar ahorros de energía;
7. Principio de la origen local
Los productos deben ser producidos y fabricados de materias primas y tecnologías regionales. La principal ventaja es la reducción de los consumos de recursos, incluso los costes de transporte, y también el favorecimiento de la economía nacional. Por otro lado este principio promociona también la revalorización de los aspectos culturales relacionados con la construcción, tales como el uso de tecnologías y actividades tradicionales, el uso de materiales y/o especies locales, y procesos y métodos de adaptación al clima, entre otros;
8. Principio de inocuidad para la salud humana
El material de base o el producto final no deberan causar daño a los seres humanos ni implicar tecnologías que lo hagan a lo largo de su vida útil. Por lo tanto deben evitarse materiales y procesos tecnológicos que puedan liberar contaminantes o sustancias peligrosas como líquidos, gases o partículas tóxicas resultantes de la producción, manipulación o uso en su destino final;
9. Principio de durabilidad y/o bajo mantenimiento
El principio de la durabilidad puede ser en sí mismo sostenible ya que evita nuevos procesos de producción / transporte / aplicación con efectos evidentes en el consumo de recursos. Sin embargo, el producto debe requerir poco o ningún mantenimiento evitando consumos adicionales de recursos energéticos y materiales tales como la sustitución de piezas, la limpieza, impermeabilización, tratamiento de superficies, etc…;
10. Principio de la certificación acreditada
A menudo las empresas invierten más tiempo y dinero para pasar una imagen verde de sus productos que en verdaderas y efectivas prácticas ambientales. Esto origina una certificación dudosa de los productos, que a menudo buscan relacionarse con la naturaleza sin ser, en realidad, ambientalmente correctos. Por ejemplo: la imagen de un bosque en la etiqueta de un producto que contiene sustancias químicas nocivas. Alternativamente, una certificación legítima puede ser una manera rápida y eficaz de descifrar la calidad ambiental de un producto, siempre y cuando sea una certificación acreditada, para evaluar la buena gestión de los recursos desde la fabricación hasta la utilización.
El PCS reconoce las diversas certificaciones que pueden ser aplicadas en Portugal y que están debidamente acreditadas por sistemas de certificación creíbles.
*Nota: con el objetivo de facilitar la lectura, se consideró “producto” como la designación más completa para elementos tales como materiales, equipos, sistemas y métodos de construcción que, si expresos con más detalle, volverían este texto más fastidioso y contrario a una comunicación simple y sencilla para los usuarios del portal.